28 de febrero de 2014

Especial para Maickel Melamed


El 30 de junio de 2013 escribía un post en el que explicaba algunos eventos, mezcla de deporte y profesión, que me habían provocado una reflexión respecto a mi actitud ante el éxito y ante el fracaso. En ese post mencionaba mis conversaciones con Maickel Melamed al respecto. Y, precisamente, el pasado día 23 de febrero, Maickel acometía en Tokio el reto de completar su cuarta maratón, su cuarto Major. 
Todo el equipo estaba ahí con Perla Sananes, Federico Pisani, Oscar Flores, Alberto Camardiel y Marco Blanco . Yo no pude acompañarlos, como era mi intención inicial, debido a que me encuentro en este proceso de salida de Banco Exterior y comienzo de mis nuevas responsabilidades, que pronto compartiré con todos. Era un reto complicado, como los tres anteriores lo fueron en Nueva York, Berlín y Chicago. 
Sin embargo, con tormenta de emociones en momentos muy especiales para todos, Maickel esta vez tuvo que abandonar en el kilómetro 31 después de casi 16 horas de lucha y haber hecho los últimos 600 metros en casi una hora.
Por eso que ahora, especialmente para mi querido amigo, me parece oportuno compartir estas reflexiones que, sin duda, tienen puntos en común con Tokio 2014. Sobre todo eso de "no hay nada tan grande como para no intentarlo"......


¿Es posible ganar y perder al mismo tiempo?

Hace unas semanas discurría una de las clásicas tardes de domingo en las que Maickel Melamed y yo nos regalábamos el lujo, acompañados de varios cafés, de escuchamos y hablarnos largamente,. Acontecimientos pasados, inquietudes, ideas, opiniones y sueños a granel son el condimento de esas conversaciones. En esa tarde de tormenta comentábamos acerca de la décima posición de Banco Exterior como mejor empresa para trabajar en Latinoamérica. Maickel me hacía un comentario y una sugerencia:
- ¡Estoy on fire después de leer en Twitter la noticia de GPTW respecto a Banco Exterior!- me dijo
- Tienes que hablar de algo como esto en tu blog. Pero tienes una oportunidad única de hablar de "éxitos" y "fracasos" que conviven con toda naturalidad.
Hay que decir que cuando una sugerencia es propuesta por mi amigo, para mi no puede ser considerada como algo fugaz sino como algo de obligado cumplimiento. Pero antes, quisiera hacer un detalle cronológico necesario para dar sentido e introducir el comentario de Maickel:
Primer evento.- En el mes de abril corro la maraton de Rotterdam. El objetivo para mi era hacer sub 3 horas, pero me retiro en el km 29 cuando llevaba 2 horas y 6 minutos y ritmo decreciente.
Segundo evento.- En el mes de mayo vuelvo a intentarlo y corro la maraton de Lima. El objetivo para mi era, de nuevo, hacer sub 3 horas. Me retiro en el km 36 con 2 horas y 33 minutos y un ritmo que me llevaría a 3 horas 4 minutos aproximadamente.
Tercer evento.- Mes de mayo. Premios GPTW Latinoamérica. El objetivo de Banco Exterior era repetir el vigésimo lugarconsigue triunfar como décima mejor empresa para trabajar en Latinoamérica (única venezolana)
Y aquí estoy, en el intento de trasladar a este post lo que ocurrió entre abril y mayo. Con más de un mes transcurrido desde cualquiera de los eventos hay ya algunas conclusiones que he extraído. La reflexión me ha llevado a reconocer que debí terminar las carreras. Podía haberlo hecho, como lo hice en los 10 maratones anteriores que había corrido. Me obsesioné con la marca que persigo hasta el punto de abandonar ya que no llegaba al resultado que perseguía. Quizás para algunos (así me lo han hecho saber) ese primer y segundo evento pueden ser tratados como un fracaso. Para mi son una experiencia más que me enriquece y que me permite entender que son muchos los sueños que todavía tengo por alcanzar. Y sin duda uno de ellos sigue siendo mejorar un poco más de 3 minutos mi marca en Berlín 2012 de 3 horas y 3 minutos.
La sugerencia es, en definitiva, hablar de cómo la misma persona es capaz de protagonizar en un corto período de tiempo dos "fracasos" y un "éxito". Bien es cierto que los eventos deportivos tienen un responsable único, el que corre, el que decide si sigue o no sigue, el que tiene un buen día o no lo tiene. Sin embargo, el tercer evento está impregnado del protagonismo personal de uno mismo y, también, de 2.200 colaboradores más de Banco Exterior.
¿Fracaso? ¿Exito? No. Sencillamente hablemos de aprendizaje. El ser humano es el mismo en todas las circunstancias. Con sus ilusiones y con su compromiso. Con el esfuerzo y la constancia empeñada en perseguir sus sueños. Las alegrías en el camino hacia ellos y también las decepciones son elementos que deben acompañar cualquier evolución en la vida. No abandonar significa seguir dejando a los sueños el espacio que merecenY no abandonar cuando el "éxito" te asalta quizás sea lo más esencial. El propósito de llegar a un resultado se va armando con todo lo que se hace para conseguirlo. Y todo lo que hace es importante y deja muchas cosas buenas en el camino. Sea cual sea el resultado, siempre la suma de ilusión, compromiso, esfuerzo y pasión dejará algo muy grande como legado.
Mi querido Maickel dice que "no hay nada tan grande como para no intentarlo". De eso se trata.....

Raúl Baltar

¡Pendientes los cafés de turno amigo!


21 de febrero de 2014

Entre la emoción y la rutina


Ha caído en mis manos un ejemplar de Don Quijote de la Mancha en edición de Alfaguara del año 2005 con prólogo escrito por el Nobel portugués José Saramago, del que destaco el siguiente fragmento:

"La curiosidad empujó a Alonso Quijano a leer, la lectura le hizo imaginar, y ahora, libre de las ataduras de la costumbre y de la rutina, ya puede recorrer los caminos del mundo, comenzando por estas planicies de La Mancha, porque la aventura, bueno es que se sepa, no elige lugares ni tiempos, por más prosaicos y banales que sean o parezcan"

La monumental obra de Miguel de Cervantes pareciera una factoría de interesantes referencias a la comunicación, los desafíos, la responsabilidad, la dirección de equipos y, por supuesto, al liderazgo. Por ello, aunque escrita hace más de 400 años, es única para explicar innumerables situaciones de la vida de nuestro siglo XXI, ya sea en el ámbito profesional o en el estrictamente personal. El aporte de un maestro como Saramago añade, si cabe, aún mayor riqueza a ese universo de enseñanzas que es El Quijote. En un párrafo tan breve como el anterior Saramago mezcla lectura, aventura, lugares y tiempos de forma fascinante. También habla de la costumbre y la rutina, las cuales pueden ser buenas compañeras siempre y cuando no se conviertan en sogas que nos atan con cómoda firmeza a una zona de confort.
En mi caso, la rutina de tomarme un café guayoyo (o dos) antes de comenzar a correr en El Parque del Este en Caracas ni puedo ni quiero cambiarla. Sin embargo se debe reconocer que, lejos de la rutina que consideremos "beneficiosa", la capacidad de emprender aventuras más allá de lo conocido (costumbre/rutina) es básica en la articulación de lo que Silvia Leal denomina la creación de un ecosistema de innovación en la empresa.

Cuando alguien quiere ser tratado de soñador, iluso, defensor de causas imposibles o incluso de ineficiente es habitual decirle:

- ¡Eres un Quijote!

La pasión y las emociones de Don Quijote, alentadas por la lectura, lo convierten en un loco para muchos. Pero sin duda es pura emocionalidad lo que transmite. El Nobel Daniel Kahneman explica que el ser humano genera unas 22.000 emociones al día. Por tanto el inconveniente no es que no existen emociones. ¡Existen y muchas! Sin embargo, precisamente por no ser calificados de "Quijotes", muchos se abstienen de compartir sus sueños y sus ideas con los demás. Es ahí donde disponer de un adecuado ecosistema/cultura en la empresa se torna como esencial. En mis presentaciones utilizo un fragmento de una entrevista hecha a Steve Jobs poco antes de fallecer. En ella decía que no puedes contratar a personas extraordinarias si luego no les dejas decirte lo que piensan. Si quiere entonces una organización extraordinaria busque a personas extraordinarias (hay, y muchas) y asegúrese de crear el adecuado ambiente para que desarrollen con toda la fuerza su "quijotismo". Sin duda, una vez más destaco la importancia de la cultura en la empresa.

Es cierto que se necesita una sólida intención de desafío, una gran constancia en la curiosidad y una suerte de insatisfacción permanente y positiva para abandonar la rutina. En todo caso, ¿es posible combinar algunas rutinas saludables con el espíritu de aventura del que nos habla el Doctor Mario Alonso Puig en "Vivir es un asunto urgente"? Definitivamente si es posible. Como casi todo en esta vida, es posible siempre y cuando nos lo planteemos con la convicción y la pasión necesarias. La paleta de colores de la que disponemos en el desarrollo del liderazgo es tan, pero tan amplia, que no tiene mucho sentido determinar que un sólo color debe regir nuestros destinos. De cada uno de nosotros depende que ello no sea así. El Doctor Alonso nos habla de algo tan interesante como que el estrés es uno de los mecanismos que en la historia ha permitido al ser humano estar alerta ante los peligros que le acechaban y en consecuencia sobrevivir a los enemigos. Hoy en día no vivimos en un hábitat como en el que ese instinto de supervivencia era determinante, sin embargo, pareciera que vivimos en otro tipo de entorno hostil, en forma de empresa, en la que los enemigos han dejado de ser peligrosos carnívoros para convertirse en susceptibles jueces de "cómo las cosas se deben hacer". Cultura, cultura y más cultura.
 
¿Es razonable ese estrés empresarial que lleva a los profesionales a protegerse en lugar de a pisar terrenos desconocidos? La consultora Koerentia realizó una encuesta entre los años 2010 al 2012 en España. Los encuestados fueron 3.876 colaboradores de 371 empresas y el 75% de los mismos confesó que trabajaban con resignación e indiferencia. La mayoría reconoció que estaban en la empresa "de cuerpo presente, pero de mente y corazón ausentes". Eso, como explica Borja Vilaseca autor del libro Que harías si no tuvieras miedo, se debe quizás a que "muchos directivos apenas tienen tiempo de pensar en el estado emocional de sus propias empresas"

El "nosotros somos así" es una plataforma maravillosa que para algunos posee la misma belleza de las plantas carnívoras que se encuentran en la cima del Auyantepui. Por supuesto, se trata de una belleza con letra pequeña que sirve apenas para quedarse aislados con todo el grupo que configure ese "nosotros". Usted puede observar a su alrededor y verificar que hay una multitud que se empeña en no ver las emociones o, en todo caso, verlas pero no asignarles importancia.
Un grande como Nelson Mandela trabajaba con mucha inteligencia sobre las emociones. En La sonrisa de Mandela de John Carlin, se comenta como, ya Presidente, saludaba a todos los empleados de la casa de gobierno cada día en la mañana preocupándose por ellos en forma personal. En definitiva, tenía en cuenta sus emociones con resultados evidentes.

¿Funciona considerar las emociones? No sólo funciona, sino que ya forma parte de una nueva forma de entender la gerencia que, cada vez más, se concilia con la manera en la que podemos entender nuestra propia vida personal. En ese sentido le propongo que, como el ingenioso hidalgo Alonso Quijano hacía, deje fluir sus emociones y asalte con ambición algunas de sus rutinas para emprender sorprendentes aventuras que, quien sabe, quizás sólo estén a pocos metros de su espacio conocido.


Raúl Baltar
 

17 de febrero de 2014

El regalo de no ser imprescindible....

El 27 de diciembre de 2011 escribía una entrada en este blog que, en estos momentos, me resulta interesante rescatar aquí. Ahora, cuando faltan pocos días para que deje mis funciones en Banco Exterior después de seis años de un trabajo tan intenso como apasionante, siento que hay un equipo fantástico que tiene la capacidad de demostrar que soy prescindible como Presidente, aunque aspiro a nunca serlo como persona para todos mis colegas de esa querida institución. Disfrute la lectura....

27/12/2011 
¿Está expirando, inmersos en una crisis mundial parece que interminable, el concepto de gerencia?
Soy un convencido de que no es así. Pensar en una gerencia inspiradora no es ninguna utopía hoy en día aunque, sin ninguna duda, hablamos de una gerencia diferente, inclusiva y multiplicada a muchos agentes activos. La clave es que todos los que están de acuerdo con esos conceptos cuando miran hacia arriba en la organización y creen que muchas cosas que ocurren las harían de otra manera, lo estén también cuando tienen la opción de mirar hacia abajo, es decir, cuando oficialmente son nombrados gerentes y tienen la oportunidad de demostrar que hay otra manera de hacer las cosas, llevándola a la práctica. Hasta ahora, ejercer la gerencia desde el ángulo de la inspiración ha sido parte del código genético de quienes así lo practican puesto que las enseñanzas de años pasados no han sido precisamente propicias al cultivo de ese estilo. Prácticas jerárquicas, parcelación de poderes, falta de comunicación y gerencia distante no eran lo más adecuado para formar gerentes preparados para los nuevos tiempos.
Voy al tema. Este año 2011 finaliza para mi con multitud de buenas experiencias. Que sean buenas no significa que siempre sean de signo positivo. Algunas son transitoriamente negativas, pero pueden convertirse en buenas experiencias si a través de ellas aprendemos a reconocernos a nosotros mismos y a identificar mejor el camino que debemos seguir como profesionales y, porque no, como personas. Y una de las positivas y buenas experiencias que viví hace unas semanas fue participar en el evento Gerencia que Inspira en el Centro Internacional de Actualización Profesional de la Universidad Católica Andrés Bello. El evento fue organizado por la entusiasta, profesional y buena amiga, Tamara Kassab a través de Producciones Make it Happen y en el mismo tuve la oportunidad de compartir con ponentes increíbles una jornada emocionante y entrañable. Mi exposición fue pensada para convencer a los asistentes de que un banco puede ser humano (incluso en estos tiempos). La preparación de la ponencia junto a mi equipo de Marketing y Comunicaciones de Banco Exterior, me hizo reflexionar sobre muchas cosas y no sólo sobre qué hacer para transmitir en 45 minutos algunas consideraciones acerca de cómo lograr el mejor ambiente de trabajo y, en consecuencia, una productividad incluyente y sostenible en el tiempo.
Durante estos últimos días pregunté a mi comunidad en Twitter acerca de que tema les parecería interesante para mis últimos post del año. Uno de mis seguidores, @EdieQ me sugería el siguiente tema: "como reclutar personal de forma no convencional" y esa sugerencia la enlazo directamente con mi reflexión anterior. Llegar a un concepto de gerencia inspiradora requiere de una arquitectura empresarial con fuertes fundamentos en la captación, en la formación y en el desarrollo de los profesionales. No estoy seguro de cual sea el método no convencional para reclutar personal. Lo que sí se por propia experiencia es que es imprescindible establecer protocolos rigurosos y eficientes de captación de personas. Esos protocolos deben asegurar que el perfil de la persona es compatible con el perfil de la empresa. Si usted trabaja en el ambicioso esquema de la inspiración, es decir, la flexibilidad, la comunicación, la innovación, la pasión y el equipo como resultado de la suma de personas con principios y valores similares y actitud también similar, sin duda que será consciente de lo importante de encontrar profesionales "que quieran" acompañar su proyecto.
En otras ocasiones ya confesé que soy un convencido del estudio permanente y de la lectura incesante como fuente de enriquecimiento personal. Aún así, tengo mis reservas acerca de la obsesión por los MBA que existe en el mundo. Creo que los años de experiencia profesional ayudan a sacarle más partido a un post grado, que la temprana edad a la que se finaliza la Universidad. Y creo que merece la pena hacer un post grado de primer nivel y sino mejor no hacerlo. Personalmente prefiero alguien con una actitud empática con los demás, con capacidad creativa, con pasión y garra, que alguien con los mejores estudios pero aislado en su laboratorio personal (al menos en lo que a empresas de servicios se refiere). La formación es el segundo pilar que ayuda a desarrollar una gerencia inspiradora. Una formación adecuada, a tiempo y orientada a las necesidades de cada cual, que no son forzosamente las mismas que las de todos.
Una gerencia que inspira es, finalmente, una gerencia que vive por y para el conocimiento de aquellos a quienes dirige, de aquellos que dirigen junto a él y de aquellos que le dirigen. La mejor receta para conseguirlo es entregarse a ello como mi querido amigo Maickel Melamed  nos enseña cada día. Inspire, pero trabaje esa inspiración cada día. Inspire, pero permita que los demás también inspiren. Apueste por el valor de la inspiración en la gerencia, compruebe los buenos resultados que genera y sienta la adrenalina de convertirse en un triunfador, rodeado de profesionales competentes que lo conviertan a usted en prescindible ¿Se atreve?

Ha pasado 27 meses desde que escribí la anterior entrada y me reafirmo, más que nunca, en que la coherencia siempre será una gran herramienta para convencer e influir. ¡Atrévase!

¡Feliz semana!

Raúl Baltar